Dado a que gente de todo el mundo cree que la cuarta entrega de esta saga se llamará así, he decidido elucubrar sobre un posible argumento.
En algún lugar frío y olvidado del reino de Bowser despertó una sombra hecha de pura maldad, más oscura que el propio rey de los Koopas. La sombra era, ni mas ni menos, que la reina Shroob, esta vez el objetivo no era conquistar el mundo, si no vengar a las dos invasoras que no pudieron lograr su objetivo. Pero ahora todo era diferente, los Shroobs contaban con armamento mucho más sofisticado.
Kamek entra agitado en los aposentos del rey Bowser, este, oculta el pastel que se estaba comiendo para no dar mala impresión mientras critica con furia al Magikoopa:
-¿Como osas molestar a tu rey?
-¡Disculpa, pero tenemos un problema!
El orgulloso rey suelta un gruñido, justo en ese momento, una bala de cañón láser entra por la ventana y golpea a Kamek. El rey, asustado, corre y huye de sus aposentos hasta pasar por delante de un balcón y observar con pánico lo que tenía delante. Cientos de miles de platillos voladores Shroobs surcaban los cielos mientras destruían las propiedades del avaro rey y hacían frente a su ejército como si nada.
Bowser, sin dudarlo ni un momento, montó en el Turbokoopa 2.0, aunque no se dio cuenta de que un joven Shroob había colocado algo en los motores del aparato. Sin más dilación, el rey empezó a hacer frente a los ovnis con su nave, pero eran demasiados. Un montón de dudas surgían en la cabeza de Bowser. Hasta que una idea fugaz aclaró sus dudas como pájaro que se estampa contra una ventana.
-¡Mario es el culpable! - Pensó el rey.
Sin dudarlo, se dirigió al reino champiñón, y ya que estaba allí, decidió secuestrar a la princesa Peach. Sin demora, Mario llega allí y le pega una paliza al rey de los Koopas.
Bowser se queja sobre los Shroobs, pero Mario dice que no tiene nada que ver con eso, aunque cae en la cuenta de que si no detienen la invasión antes de que se expanda por todo el reino, tendrán un serio problema. Así que Mario decide volver a su casa para prepararse para la aventura.
Mientras tanto, en algún otro lugar, dos truhanes planean un gran golpe.
-Waluigi, he encontrado algo - le dijo el tipo la gorra amarilla a su compañero escuálido de afilado mostacho mientras sostenía un pergamino viejo.
-A Waluigi solo le interesan las monedas y los tesoros - Respondió el otro.
-Es algo mejor que un tesoro, es un mapa que nos conducirá a cientos de tesoros, ¡seremos millonarios! - Dijo Wario, con una sonrisa de oreja a oreja.
Los dos villanos planeaban asaltar ni más ni menos que el castillo de el gran Koopa; el rey Bowser. Aunque obviamente desconocían lo que allí estaba ocurriendo.
Wario y Waluigi se infiltraron sigilosamente en el castillo, aunque ya notaban que algo raro estaba pasando cuando vieron todas esas setas moradas creciendo entre los muros de la fortaleza.
Caminando sigilosamente por los pasillos, oyen a alguien hablando en una lengua que nunca habían oído, Wario se asomó, corroído por la curiosidad.
La reina Shroob estaba frente a una bola de cristal, en la bola aparecieron dos caras; las de Mario y Luigi. La sorpresa de Wario fue tal, no solo por ver como el rostro de un antiguo enemigo suyo aparecía en un objeto como por arte d magia, si no por tener un alienígena de más de tres metros delante de él. Wario cayó al suelo, así alarmando a la reina.
Waluigi corrió todo lo que pudo y logro huir, pero Wario se quedó en el suelo, intentando levantarse.
Mario llega a su casa, bastante nervioso, Luigi le pregunta que es lo que ocurre, pero el pobre se lleva un gran susto cuando su hermano le habla de los Shroobs.
De repente, un rayo de luz alcanza a ambos, en un abrir y cerrar de ojos, los dos están en un almacén del Turbokoopa.
-¿Que os parece mi nuevo rayo abductor? Genial, ¿no? No perdamos más tiempo, iremos directos - Dice el rey de los Koopas por el interfono.
Mario le cuesta un poco convencer a su hermano para que siga adelante, pero al final lo consigue.
Cuando llegan a la cubierta, los dos personajes observan su alrededor, mientras los rayos del sol les abrasan la piel
-Estamos cruzando el mar Sunshine, conocido por la forma en la que brilla el sol sobre él. - Dice el rey.
Mientras Mario observa el paisaje, Luigi escucha un sonido electrónico similar al de un reloj proveniente de algún lugar de la cubierta. El personaje de verde se asoma precavidamente por la barandilla y observa que el elemento que hace ese ruido es una seta, una seta morada que ha crecido sobre las planchas de acero de la nave, Luigi acerca la vista y logra ver... ¡Un temporizador! ¡Es una bomba! Al oir eso, el rey Bowser corre hacia allí para asegurarse que lo que dice.
-Aparta, bigotudo de verde - Dice el rey, apartando al asustadizo fontanero a un lado con sus zarpas - ¡¿QUIÉN OSA SABOTEAR ALGO TAN VALIOSO COMO EL TURBOKOOPA (2.0)?!
Demasiado tarde, la bomba explota y medio Turbokoopa vuela por los aires junto con Luigi y Bowser.
La nave va a la deriva, Mario se introduce entre las llamas que lo cubren todo e intenta reparar el motor, en una sacudida, Mario cae por las escaleras y se empotra contra una columna, acto seguido, se queda inconsciente.
Mientras tanto, en el reino de las sombras, Waluigi recorre los pasadizos de la fortaleza buscando la salida, pero se encuentra las celdas, se mantiene oculto detrás de una columna, ya que presiente que se acerca alguien. Entran dos Shroobs llevando a Wario atado al interior de la celda, mientras dicho personaje de gorra amarilla insiste en que el no es Mario y ha habido un error.
Una vez los Shroobs se han marchado, Waluigi se acerca.
-Waluigi estaba buscándote. - Dice Waluigi, con esa forma tan rara de hablar de si mismo en tercera persona.
-Anda, que casualidad, yo también te estaba buscando, ¡Para vengarme por dejarme allí tirado! - Le dice Wario.
-¡Si Waluigi se hubiese quedado allí para ayudarte, os habrían capturado a los dos!
-¡Lo que quieres es quedarte el tesoro para ti solo! - Le contesta Wario, acercándose violentamente a la verja -¿ Pues sabes qué? ¡Que el que me voy ha quedar todo el tesoro para mi voy ha ser yo!
-¡Le haces reír a Waluigi! ¿Qué no te has dado cuenta de que estás atrapado ahí dentro?
Wario rompe las cuerdas que le rodean y se agarra a los barrotes como un mono.
-¡Estoy harto de ti! ¡Olvídate de que seguir trabajando para mi!
-¡Waluigi no ha trabajado nunca para ti, en todo caso, tu trabajas para Waluigi!
La discusión entre los dos personajes termina por atraer a la guardia y capturar a ambos.
Mario se despierta, le están cayendo gotas de agua en la nariz. Se encuentra en el Turbokoopa, pero hay varios palmos de agua en el suelo. Se levanta y, mirando por las ventanas, se da cuenta de que está bajo el agua.
El fontanero habla con la élite de Bowser repartida por todo el lugar y promete pedir ayuda cuando pueda, luego, se agarra a una plancha de madera y sale a la superficie por un orificio. Empieza a navegar, utilizando el pedazo de madera a modo de bote.
Entre los trozos del Turbokoopa que han quedado flotando, distingue una silueta muy familiar. Su hermano.
Mario ayuda a despertarse a Luigi y ambos navegan hasta llegar a una playa. Mario conoce aquel lugar. ¡Es ciudad Delfino!
Y bueno, hasta aquí puedo escribir, si llega algún comentario pidiendo que siga escribiendo el argumento, seguiré. Tampoco quiero esforzarme en escribir algo que nadie va ha leer.
1 comentario:
En mi caso me encanto y me gustaria que siguieras escribiendo :D
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