domingo, 17 de diciembre de 2017

SKYRIM para Switch - (Spoilers)

Hace unos días me compré el Skyrim para Switch. Nunca antes había jugado a Skyrim, a The Elder of Scrolls ni a nada de Bethseda, ni siquiera al clásico Doom.

Aún estoy muy verde para escribir una reseña, pero como hace días que no publico nada, voy a hacer un resumen rápido de mi experiencia con el juego hasta ahora.

Día 1.
¡Oh, no, me quieren cortar la cabeza!
Anda, un editor de personajes, voy a pillarme a una Orco… ¿Orco en femenino es Orco u Orca?
¡Oh, no, un dragón!
¡Oh, sí, el dragón ha matado a los que querían cortarme la cabeza!
Voy a seguir a este chaval tan majo.
El chaval majo me ha llevado a un pueblo que se llama Cauce Boscoso.
Los padres del chaval majo son unos viejetes muy majos.
El chaval me manda a ver a un señor muy poderoso que se llama Jarl. Por el nombre deduzco que está emparentado con Chiquito de la Calzada.
Todo el mundo es muy majo en el pueblo, menos una vieja hija puta y un niño toca pelotas.
Me quedo a dormir en casa del colega.

Día 2.
Salgo de casa y pillo unas coles que hay tiradas por el suelo.
Una señora se vuelve loca y empieza a pegarme.
Me defiendo.
Mato a la señora (sin querer).
Todo el puto pueblo pierde la cabeza y empiezan a perseguirme.
Escapo del pueblo, en la huida me cargo a los viejetes majos.
Cruzo todo Skyrim huyendo de la puta poli medieval.
Me como a una morsa a la parrilla.
Conozco a una gente muy maja que se hacen llamar los Capas de la Tormenta.
Me quedo a dormir con los Capas de la Tormenta.

Día 3.
Decido regresar a la civilización a hacerle una visita al primo de Chiquito de la Calzada.
Por el camino me engancha la policía medieval asaltando a un granjero de mierda y me meten en chirona.
Me escapo de chirona.
Me vuelven a meter en chirona.

Día 4.
No sé cómo, acabo en una ciudad que se llama Carrero Blanco o algo así, donde por casualidad vive el amigo de Chiquito.
Hablo con el tete Jarl y me cuenta que hay una gente muy mala llamada los Capas de la Tormenta que hacen cosas malas y que ellos han invocado al dragón del principio, y me manda de misión a una mazmorra a hacer nosequé.
La mazmorra está en un pueblo llamado Cauce Boscoso.
Llego a cauce boscoso.
Hago una visita a mi colega.
La hermana pequeña de mi colega llora porque se ha quedado huérfana.
El niño tocapelotas se pone broncas.
Intento cargarme al niño de mierda, pero en Skyrim no puedes matar niños.
La poli medieval me persigue por pegarle al crío.
Me doy a la fuga y de paso me cargo a la vieja hija puta y al borracho del pueblo.
Encuentro la mazmorra que buscaba y cumplo la misión.
De camino a Carrero Blanco, la poli medieval empieza a perseguirme.
Descubro que el cuartel general de la poli está en Carrero Blanco.
Asalto varias casas y mato a bastante gente durante la persecución.
La puta poli me vuelve a meter en chirona.


Día 5.
Finalmente me sueltan y voy a ver al primo de Chiquito.
El primo de Chiquito me manda en otra misión, a la caza del dragón.
Voy y me cargo al dragón.
Mi Orco hace algo raro y los soldados del Jarl me dicen que he aprendido una nueva habilidad que consiste en matar a la peña a gritos y el juego se queda trabado como esperando a que yo realice ese ataque, aunque yo no sé hacerlo.

En serio, estoy trabada, ¿qué botón he de pulsar para hacer eso del grito?

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iris.noparadise

viernes, 1 de diciembre de 2017

Spore - Reseña (E idea para remake)

Pongo por aquí algo de Green Day

Joder que recuerdos jugando con el Spore, y la de pajas mentales que me hice con él. Tengo que volver a instalármelo y echar una partida un día de estos. Fue el primer juego que instalé en mi primer ordenador.



Spore fue un juego desarrollado por Maxis y distribuido por Electronic Arts en 2008. El juego pretendía ser un simulador de la evolución de una especie animal, desde criaturas unicelulares hasta seres inteligentes capaces de lograr el milagro del viaje intelestelar. Una apuesta arriesgada y ambiciosa que no dejó a nadie indiferente por aquella época.

Para poder abarcar toda esa complejidad, Spore se dividía en cinco fases cuyas mecánicas de juego eran totalmente distintas las unas de las otras.

La primera de ellas era la fase de célula, en ella controlamos a una simpática ameba que requerirá de nuestra ayuda para recolectar alimento y encontrar pareja con la que reproducirse en un océano bidimensional. Entre generación y generación de amebas, accedemos al editor de célula, en el cual podemos hacer cambiar de forma y añadir y quitar partes a nuestra alimaña para que se desenvuelva mejor en su diminuto mundo. ¿Nuestro objetivo? Evolucionar a nuestro gusarapo hasta desarrollar un par de piernas con las que caminar sobre la tierra y pasar de ser una célula a ser una criatura.

Así accedemos a la fase de criatura, en la cual nuestra especie asienta su nido en la inhóspita y tridimensional tierra firme, repleta de peligros y sorpresas. En este nivel, nuestro bicharraco ha de interactuar con otras especies, ya sea aliándose con ellas o aniquilándolas con ira predatoria. Como muchos ya habréis supuesto, en cada una de las fases hay un “final pacifista”, un “final neutro” y un “final genocida”, dependiendo de las decisiones que hayamos tomado, y cuya combinación finalmente repercutirá en la última de las fases.

El tercer nivel es el tribal. Nuestra especie de homúnculos digitales ha desarrollado tecnología y ahora controlamos a su tribu con un cómodo sistema de estrategia en tiempo real. Ahora que controlamos a una tribu, tendremos que asegurar el bienestar de la mayoría gestionando nuestros recursos y explorando el amplio mundo que nos rodea. No obstante, no seremos la única especie que ha logrado tal hazaña, por lo que nuestro objetivo será alzarnos sobre las otras como la especie más civilizada de nuestro mundo.

Así llegamos a la fase de civilización. Las guerras, el dinero y la religión son un arma de doble filo que amenaza con dividir a nuestra especie ubicada en la cumbre de la evolución. Tendremos que ir diseñando vehículos y edificios mejores para hacer avanzar nuestra civilización y lograr un equilibrio entre la felicidad de nuestra gente y la productividad de nuestras fábricas  para salir adelante y dominar el mundo.

El quinto y último nivel recibe el nombre de estadio del espacio. Nuestro mundo ha decidido explorar la galaxia y lanza al espacio al miembro más apto de su especie a bordo de una nave espacial con la que podremos viajar entre mundos, explorar otros planetas, conocer a otras razas alienígenas, robarles sus reliquias para venderlas en el mercado negro interestelar, colonizar sistemas lejanos y toparnos por error con los peligrosos Grox. A partir de aquí el juego perdía un poco el sentido, pues llegar al centro de la galaxia parecía el objetivo último del juego y a partir de ahí ya no había nada importante que hacer, podíamos seguir expandiendo nuestro imperio y consiguiendo logros, pero el juego principal empezaba a sentirse vacío.

Para que esta amalgama de conceptos y estilos de juego encajasen en el estilo sandbox, el juego incluía decenas de editores totalmente distintos. El más popular de ellos sin duda alguna fue el Editor de Criaturas, el cual da nombre a la demo gratuita llamada “Spore: Creature Creator”, no obstante, la posibilidad de acceder desde el menú del juego a cualquiera de esos editores y compartir en internet tus creaciones de forma indefinida convertía a Spore en una herramienta de creación y a la vez en una red social. Rejugabilidad potencialmente infinita, baby.

Con el tiempo, salieron varias expansiones para el juego, algunas como Factoría de Criaturas añadían nuevas opciones en los editores del juego, pero la que más cambió el concepto del juego sin duda alguna fue Aventuras Galácticas; con ella instalada le daríamos una vuelta de tuerca a la fase del espacio, durante la que ahora tendríamos que bajar en persona a la superficie de los planetas a realizar misiones para subir de rango y conseguir armas y objetos especiales para nuestro capitán espacial. Con esta expansión, tendríamos acceso al editor de aventuras, en el que sin duda daríamos rienda suelta a nuestra imaginación y podríamos crear una obra de arte jugable. Lo más increíble es que podíamos pasar horas y horas creando aventuras y jugando las de otros creadores sin siquiera acceder al juego principal de Spore. Que se ría Super Mario Maker.

Toda esta fiebre de los Sandbox que existe hoy en día la inició sin duda alguna Spore, sigue siendo un gran juego incluso diez años después de su salida. No obstante, no es oro todo lo que brilla, y Spore tenía algunos defectillos más a parte del final de sus partidas. El primero de ellos era la hitbox de los edificios, la cual se glitcheaba cada dos por tres y arruinaba más de una “aventura galáctica”. También había algunos editores, como el de himnos musicales y el de células, los cuales solo se podían acceder desde dentro de una partida y cuyas creaciones no se podían compartir on-line, además, dentro de los scripts del juego hay un editor de plantas al cual jamás llegamos a tener acceso, además de una fase submarina que se quedó en el tintero.

Hoy en día podrían mejorarse drásticamente las funciones on-line de Spore, y dar la oportunidad a sus usuarios de utilizarlo como una red social funcional, aunque no sé si Electronic Arts tiene la capacidad de hacerlo o si Maxis sigue existiendo.

Durante los años posteriores a la salida de Spore, su popularidad y expectación hizo salir decenas de spin-offs del juego para distintas plataformas. Recuerdo tener el Spore Creatures para Nintendo DS y fliparlo bastante con la idea de Gar’Skuther (el villano) y los Oogies. Otros juegos como Spore Hero, o Spore Hero Arena pretendían emular la experiencia del Spore original reduciendo al mínimo su complejidad y aportando un trasfondo argumental, aunque no fue hasta Dark Spore que se hundieron bien hondo en la mierda: un juego online malo y decadente en el que gastaron demasiados recursos y que terminó arruinando la marca Spore.
Desde aquí hago un grito a la decencia y propongo un Remake en  condiciones del Spore original, respetando su complejidad y todo lo que surgió de ella. Existe tecnología suficiente como para rehacer desde 0 el juego mejorando la calidad de todo lo que ofrecía y a la vez incluyendo muchas más cosas nuevas. Es por eso que haré una lista de todo lo que necesitaría Spore Remastered:


1 Solucionar todos los bugs y glitches, básico.

2 El estadio submarino: Todos echamos en falta este nivel intermedio entre la fase de célula y la de criatura. Incluso aunque se quede algo cojo comparado con los demás. El estadio submarino podría contemplarse como una alternativa al estadio de criatura, en el que desarrollásemos bránquias en vez de patas, por lo que el estadio de tribu y el de civilización también tendrían lugar bajo el océano.

3 Un secuenciador musical: El editor de himnos dejaba bastante que desear, y habría sido estupendo haber podido poner nuestra propia banda sonora a las aventuras galácticas que creábamos. Además, la posibilidad de compartir las músicas por internet, convertirlas a archivos MP3 o importarlas desde Midis sería interesante de plantear.

4 Mayor importancia de los Sporecasts: un Sporecast era una especie de biblioteca de creaciones que le enchufábamos a una partida para que estas apareciesen, pretendían crear un ambiente temático. No obstante, a veces estropeaba un poco la inmersión encontrarse bichos random con forma de letras o una civilización cuyos edificios eran llaves amarillas llamadas “Key (GAprop)”, por lo que en una nueva versión de los Sporecasts permitiría relacionar especies animales concretas con diseños de edificios, vehículos y aventuras para crear una coherencia temática.

5 Editor de GAprops: Para los que no hayan pillado el chiste del GAprop. En el editor de aventuras galácticas podemos colocar edificios y vehículos para ambientar la aventura, no obstante, a menudo necesitaremos colocar algo como un botiquín para recuperar vida, un cartel o una llave que solo podremos poner si previamente la hemos construido con el creador de edificios o el de vehículos. Esas creaciones hechas para representar objetos en las aventuras galácticas recibían el nombre de GAprops. No obstante, como el juego cogía aleatoriamente diseños de criaturas, edificios y vehículos para crear las civilizaciones alienígenas que encontrabas por el espacio, a menudo se filtraban GAprops entre esos diseños y descubrías gente pilotando botiquines y viviendo en llaves gigantes. En el editor de GAprops también se podría incluir el creador de plantas.

6 Que nuestro imperio se sienta grande en el estadio del espacio: en la última fase del juego, da igual cuantos planetas colonicemos y cuanto expandamos nuestra especie a lo largo y ancho del cosmos, en ningún momento otras razas dicen haber oído hablar de nosotros ni parecen tenernos ninguna especie de respeto especial por formar parte de nuestra grandiosa alianza interestelar. Lo más fuerte de todo es que si estamos en guerra con alguien o nos atacan los piratas espaciales, solo podemos defender nuestros planetas con la nave que pilotamos, al resto de nuestra especie se la suda que les aniquilen, y si el planeta atacado está al otro lado de la galaxia, dalo por perdido directamente. Es un punto que necesita mejorarse drásticamente. ¿Porqué no pilotar una flota entera de nuestras naves que puede irse aumentando en tamaño conforme avanzamos económica y tecnológicamente? Tiene más sentido que llevar una sola nave. Y de paso, tener un trato distinto de los alienígenas dependiendo de la cantidad de planetas que hayamos colonizado. También sería interesante poder tener varias flotas de naves y poder dejarlas en algunos de nuestros planetas para protegerlos en caso de invasión o alternar el control entre las diversas flotas de naves para poder atender casi simultáneamente a eventos que sucedan en puntos distantes de la galaxia.


7 Una historia escrita: Desde el menú de pausa podemos acceder a una línea cronológica en la que podemos ver cómo ha ido evolucionando nuestro monstruito de generación en generación, no obstante, una vez llegamos al estadio de tribu, sería interesante que el propio juego nos hablase de los dirigentes inventados de cada facción y elaborase un discurso coherente en base a los sucesos desde la fase de tribu hasta la fase espacial. Puede parecer complicado, pero no haría falta un algoritmo mucho más complejo que el que se necesita para elaborar un chatbot. Por ejemplo, si durante el estadio de civilización utilizamos medios religiosos para convertir a nuestros enemigos, que podamos ponerle nombre al dios o a los dioses de nuestra religión y que el juego utilice ideas aleatorias para crear la filosofía de esa religión.

8 Animaciones más realistas: realmente era difícil crear a un bicho que no se zarandease oligofrénicamente al caminar. Puede parecer gracioso cuando creas criaturas random sin sentido, pero tiende a romper ligeramente la inmersión cuando te lo tomas algo en serio. Obviamente es complicado crear una serie de animaciones que se adapten a absolutamente cualquier plan corporal que se te ocurra diseñar en el editor, pero desde luego en 2018 se podrá hacer mucho mejor que en 2008. Además, no es normal que un ser en estadio de civilización se mueva y reaccione como uno en el estadio de criatura.

9 Incluir coleccionables y misiones opcionales en las aventuras galácticas: En las aventuras galácticas todo se hacía muy lineal, y algunas veces estaba bien: te mandaban una misión y tú ibas, la cumplías y te largabas. No obstante, a todo esto se le podría dar una vuelta de tuerca más añadiendo cosas como coleccionables, misiones opcionales y otros elementos que determinarían una puntuación final que podría aumentar o reducir la recompensa de aquellos que nos hubiesen enviado en esta misión. También sería interesante clasificar las aventuras dependiendo de las capacidades físicas necesarias de nuestro capitán para superarlas o la complejidad, dificultad y duración de estas.

10 Mayor repercusión en el estadio del espacio de nuestras decisiones a lo largo de la partida: como ya he dicho anteriormente, en cada fase del juego hay tres finales distintos dependiendo de nuestras decisiones, lo cual repercute en las fases posteriores. Por ejemplo, si eres célula y te has alimentado de plantas, cuando evoluciones a criatura tu especie será herbívora, y en el estadio del espacio hay 10 arquetipos distintos que podemos encarnar dependiendo de todas las decisiones tomadas anteriormente. No obstante, pertenecer a un arquetipo únicamente nos otorga una habilidad especial, sería interesante darle más trasfondo a los arquetipos y mayor repercusión en la partida, como objetivos únicos, tratos especiales de otras razas, etc.


Con todo esto, creo que se podría lograr perfectamente un remake en condiciones de Spore. No obstante, lo que no le podría faltar a este remake de ninguna manera es el humor absurdo e idiota que caracterizó al Spore original.


Finalmente volví a jugar a Spore, no obstante, después de varias horas jugando sin guardar, se crasheó el juego y la partida se borró completamente. Los servidores on-line cayeron definitivamente y la expansión de Aventuras Galácticas no está ni en Steam. Conclusión: Hace falta el Remake.



Postdata:
Tras jugar un par de partidas más a Spore, he llegado a la conclusión de que un Remake necesitaría otros 9 puntos a mejorar. (Quedaos hasta el final, el punto 19 es el más interesante).

11 Relevancia del planeta natal: En el estadio del espacio, nuestro mundo natal solo se distingue de cualquier otro que colonicemos porque allí iniciamos la partida y nos mandan las misiones del tutorial. Incluso si invadimos militarmente el mundo natal de otro imperio podemos anexionarnos un planeta con más de 3 colonias, el cual es el límite virtual de cualquier mundo que no supere ese límite originalmente. Sería interesante que al perder el planeta natal a manos de un enemigo cambiase drásticamente la orientación de la partida, en base a recuperar el planeta a toda costa.

12 Permitir renombrar mundos: Entre los trucos que nos ofrece la consola que aparece en pantalla al pulsar Ctrl+Mayús+C, podemos renombrar planetas y estrellas. Propongo que esto se pueda hacer sin necesidad de ser un truco, excepto en planetas y formaciones cósmicas que estén bajo el control de otro imperio. Esto es muy útil a la hora de viajar por agujeros de gusano y no equivocarse de agujero, pues puedes perderte y acabar en la otra punta de la galaxia. También estaría bien eliminar el acceso a la consola de comandos de forma tan sencilla.

13 Algunas partidas distintas: Hay elementos que siempre tienen en común todas las partidas de Spore, como por ejemplo que la especia de nuestro mundo natal siempre sea la de color rojo. Sería interesante añadir más variables a partir de la segunda partida para animar a los jugadores a seguir jugando a Spore. Algunas de esas variables podrían ser encontrar tribus en el estadio de criatura o ser invadidos por un imperio alienígena en el estadio de civilización.

14 Poder visitar gigantes de gas y cometas en el estadio del espacio: Tanto los gigantes de gas como los cometas son elementos inertes que no tienen ningún tipo de relevancia en el juego. Sería interesante poder aterrizar en cometas para extraer minerales o colocar estaciones orbitales en los gigantes de gas a modo de colonia. También sería interesante añadir otras formaciones cósmicas como nebulosas o cinturones de asteroides.

15 Mayor relevancia del editor de edificios: En el editor de vehículos podemos determinar las estadísticas (Vida, velocidad, etc.) en base a las piezas que hemos usado para construirlos, no obstante, da absolutamente igual que construyamos en el editor de edificios, pues todos los edificios de una misma clase tendrán exactamente las mismas estadísticas. Esto debería ser cambiado.

16 Interferencia on-line: en algunos juegos como Dark Souls, podemos infiltrarnos en partidas de otros jugadores, podríamos probar a hacer esto en Spore: una vez hayamos logrado pasarnos el juego, desbloquear la opción de interferir en la partida de otro jugador que esté en el estadio del espacio y pasar a controlar a uno de los imperios previamente controlados por la CPU para echarle una mano y conseguir logros y coleccionables exclusivos por ello o convertir la partida en un auténtico infierno para echarnos unas risas.

17 Cartas coleccionables: Alguno ya estará gritándole al monitor mientras yo hablo de coleccionables. No os alteréis, tiene una explicación. Al final de cada estadio obtenemos una carta (verde, azul o roja), y en el estadio del espacio obtenemos una carta en base a nuestro arquetipo; no obstante, lo máximo que conseguimos por obtener esa carta es un triste logro entre cientos. Sería interesante tratar los arquetipos del espacio como coleccionables que hay que ir consiguiendo, lo cual implicaría tener que pasarse mínimo 9 partidas para considerar terminado el juego.

18 Generador y editor de banderas: Habría estado bien que nuestra nación en el estadio de civilización y nuestro imperio en el estadio del espacio hubiesen tendio bandera propia, para darle un punto más de personaliad a nuestra raza de homúnculos.

Y por último pero no menos importante:

19 Instituciones galácticas: Una vez llegamos al estadio del espacio, la galaxia entera está poblada completamente por imperios con dos o tres planetas cada uno, y exceptuando sus distintos arquetipos, entre todos forman una masa homogénea que los vuelve indistinguibles los unos de los otros, lo único que se puede considerar como “punto de interés” en toda la galaxia es el imperio de los Grox, y son unos bordes.
Por esto añadiría instituciones formadas por distintos imperios               repartidas por lugares aleatorios de la galaxia, siendo en sí mismas puntos de interés. Es más, el jugador podría llegar a formar parte de ellas o declararles la guerra. He aquí la lista de instituciones que encontraríamos en cada partida:


Alianza de mundos unidos: Enorme institución que busca la paz en la galaxia y conocer el cosmos en profundidad. Obviamente es una organización pacífica y aunque les declarases la guerra, buscarían negociar la paz constantemente. Podríamos unirnos a ella si poseemos el arquetipo de diplomático, el de científico o el de chamán.

Paraíso pirata: La base secreta de los piratas espaciales. Se encontraría oculta en el borde exterior de la galaxia. Allí tendrían montado un mercado negro de lo más interesante, no obstante, por mucho que comerciásemos con ellos, nada nos garantizaría que no nos desplumasen nada más salir. Solo nos podríamos anexionar a los piratas espaciales si poseemos el arquetipo de guerrero, si eso ocurriese, los piratas dejarían de saquear mundos de nuestra propiedad.

Santuario de Spode: El lugar de culto de aquellos que creen en la única verdad de la senda de Spode. Lugar sagrado cuya congregación nos declararía la guerra nada más acercarnos. El objetivo de esta institución es ser un enorme grano en el culo que nos estaría fastidiando hasta eliminarla de la faz de la galaxia; o anexionarnos a ella en caso de poseer el arquetipo de Zelote religioso. Aliarnos con la congregación del Santuario de Spode aseguraría la enemistad con cualquier otro imperio con el que nos topásemos por el camino.

Mundo Fiesta: Parque temático espacial creado para el ocio y el entretenimiento de los viajeros espaciales. En él, tendríamos acceso a decenas de minijuegos en los que conseguir objetos promocionales y coleccionables especiales. No obstante, si poseemos el arquetipo de bardo, podríamos anexionarnos a la organización que gestiona Mundo Fiesta, lo cual mejoraría automáticamente las relaciones con cualquier imperio alienígena con el que nos topásemos. ¡Mirad, son los que dirigen Mundo Fiesta, han de ser buena gente!, pensarán.

Reserva galáctica: organización creada para la preservación de las especies. La relación y el papel de esta institución dependerían en gran medida de las acciones del jugador. Si nos hemos preocupado por terraformar planetas y evitar desastres medioambientales, la Reserva galáctica nos apoyará. En cambio, si no los hemos evitado e incluso hemos provocado el colapso del ecosistema de otros planetas para aplastar a otros imperios, la Reserva galáctica nos declarará la guerra. Sería la segunda institución más grande en la galáxia (Después de la Alianza de Mundos Unidos) y solo podríamos anexionarnos a ella en caso de poseer el arquetipo de ecologista.

La resistencia: organización cercana al centro de la galaxia cuyo objetivo es eliminar a los Grox. Está formada por imperios que perdieron sus mundos natales a manos de los temibles Grox. Nos podríamos anexionar a esta institución si poseemos el arquetipo de caballero o hemos perdido nuestro mundo natal a manos de los Grox, no obstante, tanto si nos anexionamos como si nos aliamos con la resistencia, los Grox nos declararán la guerra inmediatamente. Por lo contrario, si le declaramos la guerra a la resistencia, tendremos un punto a favor con los Grox. Estaría preprogramado en todas las partidas que la resistencia siempre perdería la guerra contra los Grox salvo que tuviese nuestra ayuda.

Federación bancaria: Es el banco de toda la galaxia. La Federación bancaria nos permite ingresar esporetas para obtener beneficios de ellas o pedir préstamos bancarios. No obstante, si colonizamos planetas cercanos a la federación, esta nos los comprará por jugosas sumas de dinero. Si rechazamos sus ofertas o no le devolvemos sus préstamos, la relación con la Federación bancaria empeorará hasta el punto de que puede declararnos la guerra. Aniquilar la Federación bancaria hará que cunda el pánico en la galaxia y que sea mucho más fácil comprar con dinero la amistad de imperios alienígenas. Por lo contrario, si poseemos el arquetipo de comerciante, podremos anexionarnos a la Federación bancaria y ganar cantidades serias de dinero.


Y bueno, ¿qué opinas de estas nuevas mecánicas? ¿Crees que podrían funcionar en un remake de Spore? ¡Dínoslo en los comentarios!


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