Mostrando entradas con la etiqueta Öjitos planet. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Öjitos planet. Mostrar todas las entradas

jueves, 20 de agosto de 2009


Capitulo 1: Öccoley

Milagrosamente, tras el fuerte impacto en Öccoley, no murió nadie, aunque, claro está, la nave quedo hecha trizas, todas las provisiones a hacer gárgaras. En Öccoley era de noche, el Abuelo* era el capitán. (Abuelo* es el segundo candidato, pero no se acuerda de su nombre) Pero como no estaba para movidas mencionó dar su medalla de capitán a alguien tan inteligente como para dirigir a una peña de 14 personas con una sola mano, y tan ágil como para saltar de la copa de un árbol a otro haciendo el pino. Winkel se ofreció, ¿tal vez por ser el más valiente? ¡O tal vez por ser el más ignorante! Nada más colocarse la medalla, aparecieron unos Öjitos de la nada y empezaron a atacar a Winkel, él, sin dudarlo, se lanzo de cuernos contra aquellos malhechores. Los aniquiló a todos. El Abuelo, asustado mencionó: Sin duda son guardias del tirano, necesitan tener un punto de creación para seguir existiendo. Winkel, todo extrañado dijo: Perdone, Abuelo, pero… ¿Qué carajo es un “Punto de creación?

Abuelo: En realidad, esos seres que hemos visto solo son hologramas…

Winkel: ¿Me estas tomando el pelo? ¡Los hologramas no pueden tocar cosas!

Abuelo: Te equivocas, estos concentran la materia en su cuerpo para solidificar el aire que tienen dentro…

Winkel: En cristiano, por favor.

Abuelo: Pues que pueden ser sólidos.

Winkel: Ya, pero… ¿Qué es un “Punto de creación?

Abuelo: Pues es una maquina que da energía a los hologramas, si estos se alejan mucho de un punto de creación desaparecen.

Entonces Winkel quiso registrar la isla para mirar donde estaba el punto de creación, tras atravesar el bosque, encontró un punto de creación, pero por allí el aire era algo siniestro, y el punto de creación estaba sin vigilancia, Winkel no podía quitarse de la cabeza la palabra: Emboscada, y sin dudarlo más agarro aquel trasto con uñas y dientes y lo destrozo en mil pedazos, pero entonces empezaron a salir hologramas de todos los sitios, y a perseguir a Winkel, Winkel no paraba de pensar: ¿¡¿¡Pero cómo pueden aparecer, yo he roto el punto de creación!?!? Winkel corría y corría por el bosque mientras lanzaba hacia atrás objetos arrojadizos, tal una piedra o una rama, una vez en el campamento, se dio cuenta que ya no tenía a nadie detrás, explico lo ocurrido al Abuelo, y este a su vez dijo:

-¿Y dices que una vez roto el punto de creación aparecieron? Ummm… Tal vez haya más en este planeta, ¿y cómo sabían que estábamos en Öccoley? ¡Si cada continente tiene un punto de creación, y eso en cada planeta, eso nos complica la existencia! Pero hay aun algo que me preocupa, la manera de morir el tirano fue muy misteriosa, aquello era un parasito totalmente desconocido, y mató a su huésped, eso quiere decir que tal vez se reproduzca por esporas, porque es la única manera de que siga su existencia, seguramente, anida en el estomago de la criatura y crea raíces que absorben toda su energía vital para crecer, cuando consiguen salir por la piel del huésped, liberan las esporas que contaminan a otras criaturas, y es más…

Winkel: En cristiano, por favor.

Abuelo (Piensa): ¿Seguro que he acertado nombrando a este capitán?

Continuara…

Prologo Öjitos power


Öjitos power

Prólogo: El tirano acecha

Erase una vez, en el planeta Öccoland, donde vivían los Öjitos, ese planeta no tenia gobiernos ni reyes, hasta un día, amaneció como cualquier otro en Öccoland, nadie tenía ni remota idea de lo que estaba a punto de comenzar, los pajarillos cantaban, los cangrejos se comían los barcos pesqueros y todo el mundo seguía durmiendo plácidamente, menos uno Winkel, que avía tenido una pesadilla: El mundo se consumía y el acababa en un calabozo, dos horas después de despertarse, Winkel empezaba a desayunar, como había dormido muy poco se quedo dormido y se mancho toda la cara de cereales, tras un rato Winkel fue despertado por el timbre de su casa, era otro Öjitos con un mostacho naranjo, llevaba en una mano una campana plateada, patrocinaba una campaña para crear un gobierno, Winkel, con una ojera del tamaño de un trasatlántico, no entendió bien sus palabras, decía: Gobierno… Rey… Gobernar…

Winkel aun estaba medio adormecido, cerró la puerta de golpe y dejo K.O. al Öjitos del mostacho naranjo, Winkel, mientras intentaba volver a coger el sueño, escucho unas voces fuera, no se podía definir bien lo que decían, ya que seguramente eran un montón de Öjitos, gritaban a coro algo, Winkel se levanto enfadado de la cama y hecho una ojeada por la ventana, estaban casi todos los Öjitos de la ciudad frente al ayuntamiento, y otros tres vestidos con un traje oscuro y corbata en el balcón del ayuntamiento, en aquel mismo momento se asomo un cuarto Öjitos por el balcón, con un megáfono, dijo: Estos son los tres candidatos, uno de ellos será nuestro presidente, y los otros dos se pudrirán en la miseria.

Entonces paso el megáfono a uno de los tres candidatos, este, a su vez dijo:

-¡Yo prometo cortinas para la ducha que no se peguen!

Entonces se produjo un gran silencio en toda la plaza, no se oía ni un alma, pocos segundos después empezó a oírse un murmullo en la plaza, y dos minutos más tarde volvió a oírse todo aquel alboroto, entonces pasaron el megáfono al siguiente candidato, y dijo:

-¡Pues yo prometo limusinas para todo el mundo!

Entonces la gente se miro alegre y unos segundos después todo el mundo aplaudía y gritaba a coro el nombre de aquel candidato, entonces, el tercer candidato sonrió siniestramente bajo aquellos sucios bigotes, entonces arranco el megáfono de las manos al segundo candidato mientras le pegaba un empujón de no te menees y casi lo tira por el balcón abajo, y pocos segundos después puso la espalda recta y con una voz grave menciono lo siguiente:

-¡Pues yo prometo rascacielos y limusinas para todo el mundo!

La gente se emociono y empezó a tirar confeti al tercer candidato mientras gritaba sonriente y abucheaba a los otros dos candidatos, el tercer candidato empezó a decir gracias y levantar los brazos mientras escondía la misma sonrisa siniestra bajo el mostacho. Winkel, que era un paranoico empezó a mirar con rabia al futuro presidente mientras pensaba:

-¿¡¿¡Como ha podido ganar ese mala pieza?!?!

Días después empezó a comprar limusinas y a construir rascacielos, pero los fondos del estado (Recientemente creados) se estaban agotando, entonces decidió parar las obras y dejar de regalar limusinas, la gente empezaba a reclamar los rascacielos y las limusinas, entonces el presidente declaro a los “No beneficiados” terroristas buscados por la ley, y entre ellos estaba nada más ni nada menos que Winkel, nuestro amigo. El presidente, que acabo convertido en un tirano rastrero, mando matar a todos los “No beneficiados” mató a muchísimos, pero nunca conseguía matar a todos, Winkel vio morir a su hermano Moongueelee.

Años después, el tirano se compadeció de haber hecho aquella carnicería y decidió dar los rascacielos y limusinas a los supervivientes, les convoco a una reunión, Winkel no fue, como hemos mencionado anteriormente era un paranoico. En la reunión, el tirano llegaba tarde, se estaba arreglando, pasaron 5 minutos, y el tirano que no venia, pasaron 10 minutos, y el tirano que no venia, media hora, dos horas, tres, cinco… Los guardias decidieron ir a ver qué había ocurrido, nadie se esperaba que hubiese ocurrido esto: El tirano tirado por los suelos, muerto y con unas hierbas de color rojo que la brotaban por todo el cuerpo, los guardias decidieron que aquello lo habían provocado los “No beneficiados” e intentaron matar a todos los presentes, pero se escapó uno, tenía una larga barba verde, era el segundo candidato para presidente, el primer candidato ya se murió antaño, de viejo. En la ciudad solo quedaban 14 Öjitos “No beneficiados” vivos, decidieron “Coger” una nave espacial y volar lejos, pero no fue así, cayeron en un planeta de su mismo sistema estelar: Öccoley.