jueves, 25 de junio de 2009

Öjitos power

Yo quiero crear un videojuego, se llamara: Öjitos power, Trata de llevar a unos monigotes verdes (Como el que se muestra en el video) para conquistar un planeta, pero eso ya es otra historia... ¿Cómo? ¿Qué no he dicho absolutamente nada? ¿¡Es que no aceptáis un NO por respuesta!? … bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeno, explicare esa otra historia: Hera se una vez en un lugar muy muy lejano, tan tan lejano que yo creo que nunca les conozcamos, es más, puede que ni siquiera existan porque bla bla bla quetebla reblabla… ¿Qué pasa? ¡Ay, si! ¡La historia! Pues en ese lugar demasiado lejano Vivian los Öjitos ¿Seguro que os preguntáis qué porque lleva diéresis la “O”? ¿No? ¡¿¡¿Cómo que no?!?! Bueno entonces explicare la historia: en ese lugar tan lejano en el que Vivian los Öjitos no existían presidentes, ni nada relacionado con poder, hasta que un día un don nadie creo las elecciones, gano uno que prometía coches de lujo, rascacielos y cortinas de la ducha que no se pegaran, y así fue, todo de maravilla, pero cuando ya llevaban dos tercios de población mundial el pez gordo se dio cuenta de que los fondos del estado (Reciente mente creados) ya estaban en números rojos, y los “no beneficiados” reclamaban las limusinas y los rascacielos. El pez gordo decidió declarar a todos ellos como criminales y condenados a pena de muerte, todos ellos no tuvieron más remedio que vivir por los callejones ocultos y por las alcantarillas. Cuando llego el día en que los fondos estatales recobraron su fuerza el pez gordo decidió convocar a todos los “no beneficiados” a una reunión, solo estuvieron presentes 4000 de ellos, los demás se estaban muriendo, cuidando de otros y otros consideraban aquello una trampa, el pez gordo decidió dar a todos ellos aquello que nunca recibieron. Al llegar la reunión el pez gordo estaba llegando tarde cinco minutos, veinte, media hora, dos horas, cinco horas, los guardias decidieron subir a su habitación para ver que ocurría, pero cuando los guardias no se encontraron ni más ni menos que el pez gordo muerto por los suelos con una maceta de metal en la cabeza en la que había una hierba roja muy extraña la cual le brotaba por todo el cuerpo, los guardias decidieron que todo aquello lo habían provocado los “no beneficiados”, y ejecutaron a todos los Öjitos presentes en aquella reunión, pero, claro está, que de 4000 que habían presentes unos cuantos huyeron de allí, concretamente… ¡257!

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