lunes, 21 de julio de 2014

Crítica a Kirby Triple Deluxe

Casi, casi. Casi consigue una buena crítica de mi parte, pero no: la han cagado, y mucho.
En HAL Laboratory están más preocupados de preparar a su Kirby para el nuevo Smash Bros que por hacer un buen juego de su franquicia número uno.
Ha perdido mucha jugabilidad en comparación con los antiguos, Kirby se desplaza a la velocidad de una tortuga y las fases en las que tenemos que inclinar la consola para movernos se vuelven condenadamente aburridas. Y a partir del segundo o tercer mundo empecé a hacerme esa pregunta de: "¿Esta gente la lógica se la follan, no?". La fase está en dos niveles, uno delante y otro detrás; es obvio que si hay un abismo en medio (A pesar de que el protagonista pueda volar) tendrá que utilizar un objeto tal como esa estrellita para ir de uno a otro... Lo que un servidor no entiende es que si los dos niveles están en un mismo plano conectados por el suelo, ¿por qué coño no podemos ir caminando? Si quieren hacer el 3D, que lo hagan bien, por favor. O eso o el pobre Kirby tiene serios problemas de orientación y es incapaz de asimilar un mundo tridimensional: ni que lo hubiesen repatriado desde Planilandia.
Les daba palo hacer muchas habilidades y las han condensado en un número ridículo, ahora tienes que mirar los controles en el menú antes de utilizar cada habilidad por que hay ataques más complicados de ejecutar que tocar el órgano en Mortal Kombat.
¿Y dónde está Meta Knight? ¿Qué se lo ha comido algún bicho o algo? ¿Dónde le han escondido, joder? Ni rastro de Meta Knight. Seguro que está en su casa llorando por que no le han elegido para el nuevo Smash Bros y está con una depresión de camello. De mientras su gemelo malvado del otro lado del espejo intentando asesinar al Rey Dedede por razones desconocidas. Quizá por robarle protagonismo, quién sabe...
Y es entonces cuando se lucen con las peleas de Kirbys, su mini-smashbros en el que cuatro Kirbys engorilados se revuelcan sobre sus propias heces y esputos salpicados por el enorme egocentrismo que supuran por las pústulas iridiscentes que tienen en los sobacos todo el equipo directivo de HAL Laboratory. Pero eso sí, sin modo on-line.