viernes, 17 de mayo de 2013

Los mundos de Winkel (Winkel's worlds)



Sé que da la impresión de nunca termino los proyectos que comienzo, pero ya hace tiempo que estoy trabajando en Los mundos de Winkel, aunque ahora expongo el argumento del videojuego por primera vez.
Antes de todo, presentar a los protagonistas: Winkel y Chet.
Winkel y Chet eran dos huérfanos que vivían en un orfanato del que terminaron escapando por su cuenta. Pasaron años trabajando como mecánicos en un puerto espacial, hasta que sus destinos se separaron.
Winkel logró convertirse en un ingeniero militar y diseñar armas para defender el imperio Eyeop, dicho personaje fue ascendiendo hasta conseguirse un renombre político y adquirir el "sobrero rojo", una condecoración que le convertía en alto mando del ejército.
Chet estudió medicina e ingeniería genética y terminó fundando Titaniumrib, una empresa de prótesis ortopédicas de poco prestigio en la que él se encargaba de diseñar y fabricar las prótesis, pero tenía la corazonada de que pronto eso iba a cambiar, ya que ya había acabado de fabricar aquellos implantes de órganos vitales que tanto le había costado diseñar y construir. Sin duda alguna, Chet fue a visitar a su viejo amigo Winkel para comentarle su logro, pero las cosas se estropearon de repente.
Winkel estaba descansando en su estación espacial cuando un sonido atronador le despertó. Un platillo volador de color negro había aparecido de la nada y estaba bombardeando el campo de fuerza de la estación. Winkel logró subirse a bordo de su cápsula de emergencia y contraatacar, no obstante, no podía hacer frente al Ovni hostil.
El cohete beige de Chet apareció de entre la inmensidad del espacio y observó el final del combate estelar; un disparo certero hacía añicos la estación espacial y la cápsula de emergencia quedaba inerte en el espacio.
El Ovni azabache desapareció casi imperceptiblemente.
Chet abdujo la cápsula con un rayo tractor y observó su interior: los circuitos estaban destrozados y manchados de sangre, su amigo Winkel yacía desmembrado y abierto en canal en mitad del suelo.
El pulso de Chet se disparó y estuvo a punto de entrar en shock, pero él no dejó que eso ocurriese y preparo la sala de operaciones del cohete para revivir a su amigo.
Hicieron falta casi todas las prótesis e injertos de piel artificial para devolver a Winkel a la vida, que, aunque conservaba su aspecto orgánico, por dentro no era más que un cerebro conectado a un montón de máquinas.
Finalmente, Chet introdujo adrenalina en el suero intravenoso y Winkel despertó.
Un grito metálico resonó en las paredes abovedadas del cohete y su ojo de iris escarlata recorrió la habitación con un ligero zumbido mecánico emitido por las prótesis que sustituían sus músculos oculares.
Winkel se miró las manos, mientras movía los dedos con curiosidad y preguntaba a su amigo qué estaba ocurriendo.
Chet le explicó todo, también le explicó que había usado las prótesis de los órganos vitales que había construido y que, sin ellas, ahora estaba totalmente arruinado.
Pero Wikel sabía quién había intentado asesinarle; desde hacía ya tiempo, había un grupo de rebeldes dentro del ejército Eyeop que estaban acabando con todos los miembros condecorados con el Sombrero rojo y era cuestión de tiempo que también intentasen acabar con él. Sin embargo, ahora que creían haberle matado, podría hacerse pasar por muerto para evitar más problemas. Aunque también tenía una deuda con su amigo Chet, así que le prometió que trabajaría con él hasta haber recuperado todo el dinero que costaba la fabricación de las prótesis de los órganos vitales.

Y hasta aquí la introducción del videojuego.
El juego estaría separado en 10 mundos distintos:
Dado que ahora Winkel trabaja para Chet, su primera misión es adentrarse en el subsuelo de Minoika, encontrar al capitán Vortecovel y entregarle una mano robótica, uno de los pedidos que aún puede cumplir.
Pero cuando el cohete de Chet pone rumbo a las afueras del sistema solar de Hök, la nave tiene una ligera avería, los motores dejan de responder y queda inerte en el espacio.
Ya que Winkel es un ciborg y no requiere de las necesidades orgánicas habituales, decide salir al exterior de la astronave y acceder desde ahí a los motores más fácilmente. Sin embargo, comete un error y uno de los motores se dispara y el cohete comienza a avanzar erráticamente. Concentrado en no salir despedido al vacío, Winkel no se da cuenta de que el cohete entra en la atmósfera de Glatika.
Glatika, sexto planeta del sistema estelar de Hök, planeta dejado de la mano de dios con temperatura media de -30ºC y una presión de 0,2 atmósferas que permite a Winkel saltar más alto que en otros planetas.
Al entrar en la atmósfera, el cohete de Chet se envuelve en llamas y Winkel sale despedido.
Controlamos a Winkel por los diversos niveles de Glatika, librándonos de pequeños yetis asesinos, hasta que encontramos el cohete de Chet. Al entrar descubrimos que Chet ya había salido en la búsqueda de Winkel y que no debe de andar muy lejos, pero entonces lo encontramos llevando un traje de protección para el frío, rondando alrededor de las ruinas de un viejo robot de guerra. Chet dice que el robot tiene piezas que vendrían genial para construir más implantes, pero cuando intenta despiezarlo, el robot activa un mecanismo de seguridad que lo mantuvo latente durante siglos bajo el hielo y despierta una vez más. Como ha sido Chet quién ha intentado desmantelarlo, lo ha identificado como enemigo. Winkel defiende a su amigo y se enfrenta al coloso mecánico, ese es el primer jefe final.
El robot comienza estando atorado en el hielo, y no hace otra cosa que disparar torpedos, el objetivo es saltarle encima del ojo y agrietarlo, una vez haces eso, el robot sale del suelo y va ha por ti. Cuando intentas saltarle encima del ojo él también salta y no puedes alcanzarle, lo que tienes que hacer es aprovechar cuando está apuntando para lanzar un misil y volver a saltarle otras dos veces sobre el ojo para desobstruirlo; después, el robot corre desorientado, se golpea con una pared y cae desplomado contra el suelo.
Una vez logran despiezar el robot y llevarlo en el cohete, Chet pone rumbo a Minoika, el enésimo planeta del sistema de Hök, con una temperatura media de -10ºC y una presión de 0,15 atmósferas. En Minoika se asentó hace cientos de años una colonia minera que explotó prácticamente todo el mineral de la corteza y dejó el pequeño planeta como un queso de gruyer, con túneles que llegaban hasta el núcleo exterior y una superficie irregular, recubierta de pozos y más pozos.
Controlamos a Winkel por las galerías mineras, podemos recoger tesoros para saldar pequeñas partes de la deuda, aunque el objetivo es llegar hasta el último nivel y encontrar la guarida del capitán Vortecovel, también conocido como "el manco". Después de entregarle la mano robótica y que él te entregue el dinero, un platillo volador negro abduce a Winkel.
Un tipo enmascarado se enfrenta a Winkel, ese es el segundo jefe final.
La gravedad dentro del platillo es mucho mayor, ya que la presión es de una atmósfera, por lo que Winkel casi no puede saltar y los ataques del enmascarado resultan difíciles de esquivar. Para derrotarlo tienes que saltarle tres veces encima.
Una vez lo derrotas, el tipo enmascarado activa un mecanismo, el suelo se abre y Winkel sale despedido al vacío.
Nuestro personaje se pregunta cómo han podido saber que aún seguía vivo, aunque aún hay algo que le preocupa aún más; a dónde se dirige. El ovni le dejó ir sobre Occtaria, un planeta artificial, creado desde la nada con el objetivo de servir de disco duro gigantesco en el que cupiesen todos los datos del imperio Eyeop. Ese "planeta" es un lugar bastante extraño y siniestro al que nadie quiere acercarse, pero no por eso los villanos enmascarados del Ovni de color negro dejaron a Winkel allí, si no por que lo dejaron caer sobre la obertura que lleva al núcleo de Occtaria, una gran esfera de plasma que desintegra todo lo que toca.
Por suerte, Winkel logra agarrarse a una cornisa de los últimos pisos del planeta y pisar suelo que no le mate.
Antes del viaje a Minoika, Chet le implantó a Winkel un localizador por si le volvía a perder como en este caso, el problema es que las infinitas señales electrónicas de Occtaria convierten la señal del localizador en un susurro entre un montón de gritos y para que Chet le encuentre ha de subir a los pisos más cercanos a la superficie, así que debemos controlar a Winkel por las instalaciones de Occtaria, el séptimo planeta de Hök, con una temperatura media de 18ºC y una presión de 0,8 atmósferas, así que Winkel salta menos que en los otros dos mundos ya visitados.
Una vez Winkel logra salir a la superficie de aquel astro repleto de horripilantes máquinas con vida, Chet le localiza y le dice que estará ahí en tres minutos, sin embargo, los radares de Occtaria también detectan la señal y el planeta le ha cogido cariño a Winkel, así que intenta evitar a toda costa que escape. Los paneles de las paredes cobran vida propia y comienzan a atacarle sin piedad, el planeta entero intenta tragarse a Winkel y nosotros debemos aguantar durante esos tres minutos, hasta que Chet logre llegar y sacar a su amigo de aquel planeta viviente. Ese es el tercer jefe del juego.
Una vez Winkel vuelve a bordo del cohete, Chet le habla sobre su nueva misión en Volkanica, satélite de Fronierla, el octavo planeta de Hök. Volkanica es un astro con núcleo tectónicamente activo, la temperatura media es de 53ºC y la presión es de 0,12 atmósferas, así que Winkel puede saltar incluso más alto que en Minoika. El objetivo no es encontrar a nadie, si no entrar en monte Hadente y traer una roca púrpura de su interior, ya que es necesaria para construir algunos implantes y no queda más en el cohete.
Tenemos que controlar a Winkel por los diversos niveles repletos de roca fundida y monstruos de magma de Volkanica hasta entrar en el Hadente y encontrar la roca púrpura, sin embargo, la estrepitosa llegada de Winkel despierta a un coloso dormido conocido como el Golem, que se encarga de custodiar la roca púrpura. Ese es el cuarto jefe del juego.
La sala donde luchas contra el Golem tiene agujeros en las paredes en los que puedes hacer que Winkel se oculte cuando el Golem carga contra él, al fallar el ataque, el Golem se enfurece y suelta un rugido, entonces comienzan a caer piedras y una le da en la cabeza, ese es el momento de golpearle; a la tercera le dejas K.O.
El quinto mundo es Florydi'ha, noveno planeta de Hök, con una temperatura media de 14ºC y una presión de 0,8 atmósferas. Esta vez hay un cambio, ya que el cliente de Chet es un diminuto Herbo Florydiano y Winkel no podrá entregarle la prótesis personalmente, por ello, Chet ha construido un droide del tamaño de un Herbo que puede conectarse a la mente de Winkel mediante hondas de radio.
Sin embargo, cuando conduces al droide hasta la aldea, descubres a un montón de bestias destrozándolo todo. Cuando logras deshacerte de ellas, un pequeño Herbo sale de su escondite y te dice que las bestias han secuestrado a todos y que ya no hay futuro para su aldea. Como Winkel ve que ya no podrán pagarle, decide irse. Pero el pequeño Herbo llamado Hergs le hace una oferta: si rescata a todos los aldeanos, le ofrecerá todas las gemas del arca secreta de la aldea. Winkel acepta y parte en la búsqueda de los otros 11 Herbos perdidos:
Los niveles de Florydi'ha son un laberinto, ya que cada uno tiene diversos finales que te permiten acceder a otros niveles, sin embargo, el objetivo es encontrar a los cuatro primeros Herbos, que son: Herbuto, Herbis, Herf y Heriort. Una vez les has rescatado, puedes acceder al gran lago, donde están secuestrados Hercer, Heredit, Herbin y Henk. El último Herbo te dice que Hern y Herfroz fueron ha rescatar al alcalde Herbord a la guarida principal de las bestias, pero que aún no han regresado.
También te dice que el implante que habían encargado a Chet no era una prótesis realmente, si no que era un cañón láser para defenderse de las bestias, pero dado que tu les estás ayudando, deciden que puedes usarlo como arma.
De camino a la guarida encuentras a Hern. Cuando llegas a la guarida, las bestias atrapan al robot que controla Winkel y lo dejan encerrado en una jaula.
Unas horas después, aparece Herbuto y te rescata, dice que Herfroz descubrió que las bestias habían construido un túnel desde su guarida hasta la aldea de los Herbos para atraparlos a todos, pero que una vez su túnel había quedado al descubierto, los Herbos lo habían podido utilizar para llegar a la guarida, sin embargo, les han vuelto a atrapar a todos.
Este es el penúltimo nivel de Florydi'ha y quizás uno de los más difíciles del juego. El objetivo es cruzar de arriba a abajo la guarida e ir rescatando a todos los Herbos, con la ventaja de que cuando rescatas a Herbis, Herf o Heriort, estos te acompañan y atacan a los enemigos que se te acercan, además de Herbuto, que te acompaña desde el principio.
Cuando rescatas a los 10 primeros Herbos, encuentras a Herfroz, que te da la llave de la cámara en la que tienen encerrado a Herbord y acompaña a todos los Herbos hasta la salida, menos Herbuto, que quiere seguir ayudándote. 
En el último nivel de Florydi'ha, entras en la cámara final y encuentras al rey de las bestias sentado en su trono, en lo alto de una cavidad con el techo muy alto, frente a una olla con un líquido naranja, sobre la que hay colgada una jaula con Herbord dentro.
El rey de las bestias deja ir la jaula y Herbord cae en la olla, salpicando a su alrededor, sin embargo, el líquido naranja toca a Herbuto y este se convierte en un monstruo, además, de dentro de la olla sale Herbord, también convertido en un monstruo. Esos son los jefes finales de Florydi'ha. Los planes del rey de las bestias eran convertir a los Herbos en criaturas diabólicas y unirlos a sus filas, pero Winkel se ha andado entrometiendo y ha decidido plantarle una emboscada, además, utiliza un imán para quitarte el cañón láser e irte disparando periódicamente.
Herbuto y Herbord van cargando contra ti por turnos, situándose uno a cada lado de la pantalla, pero el otro salta para evitar el ataque. Si le saltas encima a Herbord te haces daño por que se protege con la corona, pero si le saltas encima a Herbuto lo dejas atontado e incapaz de evitar el ataque de Herbord cuando cargue contra ti y atraviese la pantalla de lado a lado. Una vez Herbuto ha recibido 3 impactos, vuelve a su estado normal y se lanza sobre Herbord para defenderte y le quita la corona. Cuando ve eso, el Rey de las bestias se incluye en la pelea y comienza a sobrevolar el campo de batalla disparando láseres. Si la trayectoria del láser va hacia Herbord, este la esquiva normalmente, salvo que le hayas dejado atontado saltándole encima, entonces le logra dañar. Una vez tres láseres tocan a Herbord vuelve a su forma original.
Entre Herbuto y Herbord agarran al rey de las bestias de los pies y le obligan a levitar a muy baja altura, la suficiente como para que tu puedas saltarle tres veces encima y derrotarlo.
Una vez has acabado con el rey de las bestias, regresas a la aldea con todos los Herbos sanos y salvos.
Herbord entrega personalmente a Winkel las gemas del arca sagrada de la aldea, pero entonces Winkel cae en la cuenta de que esos pedruscos como puños son en realidad cristales sin valor de no más de unos milímetros, así que, muy frustrado, simplemente les entrega el cañón láser y se desconecta del robot para volver al cohete con Chet.
Chet le dice a Winkel que no se desanime, y que aún quedan muchos pedidos, también le dice que la próxima vez que tenga que entregar un cañón láser se lo diga desde el principio.
Chet le dice que casualmente, el siguiente pedido también es de una prótesis armamentística: unas lentes láser que permiten lanzar rayos láser por los ojos. Winkel equipa una de las lentes antes de ir a cumplir la misión de entrega a Terrarea, una de las lunas de Tsakashu, el tercer planeta de Hök. Terrarea fue antaño una luna llena de selvas y vegetación, pero debido a la guerra se convirtió en una bola desértica totalmente muerta, aunque con un subsuelo rico en minerales preciosos que no había sido explotado hasta entonces.
El objetivo de Winkel es entrar en el complejo minero y encontrar a Korkie, el minero que pidió las lentes.
Tras entrar en el complejo minero, descubres que todo está lleno de zombies que intentan atacar a Winkel. Chet anima a su amigo diciéndole que como es un ciborg no puede convertirse en uno de ellos si le muerden, aunque pueden matarlo igualmente. Tras atravesar el complejo minero y descubrir a alguien que aún sigue vivo, Winkel le pregunta dónde está Korkie, y este le dice que no conoce a ningún Korkie y que él, Sgurky, es el último superviviente de la colonia minera, así que Winkel decide sacarle de allí y salvarle la vida.
Una vez Winkel trae a bordo a Sgurky, Chet le dice que si siguen así no van a poder pagar la deuda, aún que aún así va ha poner rumbo a Caelestia para entregar unas alas robóticas. Sin embargo, Sgurky se da cuenta de que le han mordido y se convierte en un Zombie e intenta morder a Chet, pero este se aparta y Sgurky se abalanza sobre el panel de control y lo destroza, el cohete se desestabiliza y desciende de nuevo sobre Terrarea. Chet se golpea la cabeza y queda inconsciente mientras Winkel forcejea con el zombie, pero el impacto le hace perder el conocimiento también a Winkel.
Cuando Winkel despierta observa a su alrededor, no hay ni rastro de Sgurky, el cohete está del revés y todas las paredes están aboyadas, la puerta está rota y se puede ver el desierto hasta el horizonte por la obertura. También está Chet inconsciente a su lado, así que se acerca y lo observa; está pálido y tiene marcas de dientes en un brazo, cuando despierte de nuevo será un zombie. Winkel se siente culpable e inmoviliza a su amigo con cadenas antes de que se levante, luego, sale al exterior a buscar ayuda, aunque alrededor del cohete no hay más que desierto. De pronto, un platillo volador negro aparece en el cielo y abduce a Winkel.
De nuevo vuelves a vértelas con el enmascarado, esta vez, Winkel reconoce su mano robótica y lo identifica como Vortecovel, el primer cliente que tubo. Como Vortecovel no cree que Winkel vaya a salir con vida, le explica también que también la entrega para Korkie había sido una falacia para atraer a Chet a un planeta muerto y dejar que los zombies se ocupasen de él, ya que sin Chet, Winkel ya no tiene a dónde ir.
Esta vez, Vortecovel le quita la lente láser a winkel y ajusta la gravedad para una presión de 0,05 atmósferas, así que los movimientos de Winkel son lentos y poco eficaces, además, Vortecovel utiliza la lente láser para atacarte. El sistema es el mismo: lograr saltarle tres veces encima.
Una vez derrotas al sexto jefe, la plataforma del platillo se abre y deja a Winkel flotando en mitad del espacio.
Sin embargo, el ciborg utiliza la baliza de socorro que le implantó Chet para ocasiones como esta.
En poco tiempo, aparece una nave de piratas espaciales que abduce a Winkel, una vez en la nave, los piratas lo encierran en un calabozo.
Pero entonces oye a uno de los piratas mencionar que la nave se dirige a Florydi'ha.
Winkel se concentra y logra conectar una vez más con el pequeño robot que dejó olvidado allí. Entonces, utiliza sus dotes de ingeniería militar para convertir las piernas del robot en propulsores y salir de la atmósfera. En pocos minutos ve pasar la nave pirata en la que está atrapado y se engancha al mascarón.
Una vez allí, logra meterse en los circuitos de la nave por los cañones láser y acceder al ordenador central para abrir los calabozos.
Tienes que controlar a Winkel por los pasillos por el laberíntico crucero pirata y llegar hasta la sala de mando y cargarte al capitán. Luego, Winkel pone rumbo a Terrarea y mete el cohete de Chet en la bodega de la nave. El ciborg quiere llevar a Chet a Occolan, la colonia Eyeop más grande de Hök, donde habrá médicos que sabrán devolverle a su estado normal, ya no le importa que sepan que siga vivo. Sin embargo, cuando está entrando en la atmósfera de Occolan, los piratas que aún quedan por la nave se hacen con el control y cortan la energía sin saber al hacer eso logran que el crucero entero se estrelle en Occolan, el quinto planeta de Hök, con una temperatura media de 19ºC y una presión de 0,7 atmósferas.
Winkel avanza por el interior de la nave hasta llegar a la bodega de la nave y encontrar a su amigo Chet atado de pies y manos, al que arrastra hasta el exterior de la nave, pero al ver de nuevo los prados de Occolan, el platillo volador negro aparece en el cielo intentando abducirle, sin embargo, Winkel conecta con el robot integrado en los circuitos de la nave y hace que el bláster pirata dispare al platillo y lo derribe.
Al entrar en el Ovni, descubre que Vortecovel ha muerto, pero que la nave aún sigue operativa. Winkel recuerda la promesa que le hizo a Chet de que recuperaría el dinero costase lo que costase, así que recupera el pedido de las alas robóticas, se sienta al frente del ovni azabache y pone rumbo a Caelestia, aunque antes deja a Chet con una nota en la puerta del hospital de Nueva Twisky, pidiendo a los médicos que hagan lo que puedan para salvarle.
Caelestia es un gigante de gas de dimensiones desproporcionadas, sobre el que gira Xharkz, la enana azul sobre la que giran todos los planetas de Hök.
En los cielos de Calestia flotan una inmensidad de estaciones estratosféricas en las que vive gente, sin embargo, el planeta está repleto de criaturas hostiles que surcan los cielos y se comen a los que van despistados.
Winkel equipa las alas robóticas y la lente láser y se dispone a cumplir con su misión.
Con las alas robóticas, Winkel puede volver a saltar en el aire y planear para caer lentamente manteniendo el botón de saltar pulsado. Debes cruzar las ciudades flotantes hasta llegar al cubículo de Gelmodia.
Cuando le encuentras, él le pregunta a Winkel quién es y este le explica que viene a entregarle las alas robotizadas. Gelmodia insiste en saber dónde está Chet, y Winkel termina explicándole todo lo ocurrido.
Resulta que Gelmodia y Chet eran amigos, y que las alas robóticas habían sido diseñadas por Gelmodia, que le había enviado los planos a Chet. Cuando Winkel se está a punto de ir, Gelmodia le dice que quizás sepa como curar a Chet, ya que ha estado estudiando el "fenómeno zombi" desde hace años, así que decide ir con Winkel.
Al salir del cubículo, una planta carnívora voladora de dimensiones desproporcionadas surge del cielo infinito y se laza sobre Winkel, aunque Gelmodia salta dentro de la boca de la planta para mantenerla abierta y lograr que Winkel escape, sin embargo, la planta se traga a Gelmodia.
Ese es el jefe final de Caelestia, aunque el nivel está separado en dos partes. Durante la primera, debes conducir ha Winkel a toda prisa y lograr llegar al platillo volador negro sin que la planta te atrape. Si tocas con cualquier objeto, Winkel se parará y la planta se lo comerá. El nivel se diferencia de los niveles normales, ya que predeterminadamente Winkel no para de correr (A una velocidad superior de la normal) y puede saltar en el aire todas las veces que quiera utilizando las alas, aunque eso reduce la velocidad.
Una vez llegas al Ovni, la planta se estrella contra el platillo y se queda inconsciente. Winkel intenta huir, pero al despegar, la planta vuelve a despertarse y vuelve a atacarte, solo es que ahora dispara bolas de fuego. Debes controlar la nave y destruir a la planta.
Una vez terminas el nivel, la planta explota y Gelmodia sale volando, aunque Winkel lo logra atrapar con el rayo abductor y subirlo al platillo sano y salvo.
Tras agradecerle a Winkel haberle salvado, Gelmodia viaja junto al ciborg hasta Occolan.
Los dos personajes llegan al hospital en el que se hospeda Chet y le visitan.
Los médicos han conseguido devolverle a su estado normal tras un duro proceso en el que han tenido que extraerle toda la sangre a Chet y filtrarla para separar el virus que le ocasionaba la enfermedad.
Winkel va ha abrazar a su amigo cuando Gelmodia aparece por detrás y Chet da un bote del susto. El habitante de Caelestia saca un bláster láser y le apunta a Chet a la frente, por suerte, Winkel reacciona rápido y utiliza la lente láser para volarle la cabeza antes de que haga nada. Ambos personajes están confundidos, aunque Chet le agradece a Winkel haberle salvado la vida dos veces y le explica que realmente Gelmodia y él eran antiguos conocidos, pero no amigos precisamente; Gelmodia le había robado un montón de patentes hasta que Chet le pago con su propia moneda y le dejó en bancarrota con otro robo de patentes.
Mientras Chet explica la historia a Winkel, una escena apocalíptica se presenta por la ventana cuando una flota de robots voladores comienza a arrasar la ciudad. Los robots tienen una misteriosa insignia que también tenía el platillo volador negro en el chasis, lo que da a entender que van a por Winkel, así que Chet y él trazan un plan para huir de ahí.
Debes conducir a Winkel por la ciudad mientras destruyes robots hasta llegar a las afueras y recuperar el viejo cohete de Chet, ya despegar con el platillo volador en mitad de la ciudad sería una misión suicida.
Una vez llegan a la bodega de la nave pirata accidentada a las afueras de la ciudad, encuentran el cohete. Chet dice que el casco de la astronave se desintegró completamente al estrellarse en Terrarea y que es imposible salir de la atmósfera con ella sin que explote, sin embargo, ambos personajes saben que pueden aprovechar el mascarón de la nave pirata derribada para arreglar el cohete. Mientras Winkel arranca varias placas del exterior de la nave estrellada, una flota de robots le ve y comienza a dispararle, así que se mete rápidamente en la nave de nuevo. Cuando cree que está a salvo, un estruendo tambalea la astronave; los robots han comenzado a atacar la nave, así que Winkel se ve obligado a tomar los mandos del armamento y defender las ruinas de la nave durante cinco minutos, tiempo necesario para que Chet pueda arreglar el cohete y despegar.
Una vez pasado ese tiempo, los dos personajes se suben al parcheado cohete una vez más y viajan al hiperespacio para dar esquinazo a los robots. Aquí termina el séptimo acto del videojuego.
A continuación se muestra una secuencia en la que se ve a los malvados.
Se ve una mano verde con afilados dedos golpeando impacientemente la mesa. En uno de los dedos lleva un anillo negro con la insignia de los robots y el platillo volador, mientras se oye una voz profunda:
-"Una vez más, el hombre de hojalata y su chófer han escapado, Gelmodia ha muerto, y lo que es peor: hemos perdido casi toda nuestra flota de robots robados."
A continuación se muestra un plano a la espalda del personaje del anillo y se ven frente a él un tipo con gafas de culo de botella y el pelo canoso y otro con el rostro escuálido y un sombrero de copa negro.
El hombre de las gafas dice:
-"Bueno, al menos hemos recuperado la nave de Vortecovel y..."
Se ve un plano del personaje del anillo golpeando violentamente el puño en la mesa y respondiendo al otro:
-"Cierra ese asqueroso agujero al que llamas boca o me aseguraré de que no vuelvas a pronunciar nunca más una palabra. ¿Está claro?"
El personaje de las gafas dice "Sí" son la cabeza, mientras que el primero sigue hablando:
-"El capitán Vortecovel ya no está entre nosotros, el archienemigo del monta-implantes al que reclutamos también ha caído. Y tú, estúpido dos-ojos (Hace referencia a la expresión denigrante que se emplea para insultar a las personas con gafas: "Cuatro-ojos", pero dado que los Eyeop solo tienen un ojo, se dice símplemente "Dos-ojos" al llevar gafas), me da igual que creases a partir de la nada al rey de las bestias y a la planta carnívora voladora que se comió a nuestro recluta, también has fallado. Por suerte me queda mi as en la manga, el Prestidigitador. Ha llegado tu turno."
El hombre escuálido del sobrero de copa negro sonríe y dice:
-"No te preocupes, mis chicos y yo no te fallaremos."
Acto 8
Nada más salir del hiperespacio, llega un mensaje al ordenador del cohete de Chet.
El mensaje dice así:
-"Winkel, has demostrado ser un digno rival y un duro oponente, pero he decidido no malgastar más mis recursos y zanjar este asunto de una vez por todas. Te espero en la cuadra 32 del distrito de Arkanui de Tecton en 2 horas. Si decides no acudir, mandaré toda mi flota a localizar y destruir el cohete, haya quién haya dentro.
Tecton es el satélite más grande de Occolan, tiene poca gravedad y una temperatura media.
Este satélite antaño fue el motor industrial de Hök hasta que se construyó Occtaria y entonces Tecton se convirtió en un lugar dejado de la mano de dios al que nadie le importa, aunque el planeta está cubierto por millares de fabricas que ocupan casi toda su superficie, lo que ha llevado que su atmósfera se convierta en una opaca capa de gases invernaderos que no deja pasar los rayos del sol, así sumiendo en las tinieblas aquel olvidado mundo.
Los primeros niveles de Tecton son bastante sencillos y apenas no hay enemigos, aunque pronto cambia eso. Winkel encuentra una carpa de circo a rayas rojas y blancas que destaca entre la multitud de edificios grises y decide entrar.
El interior está oscuro y a penas puede ver nada más que una larga escalera que se pierde en lo alto de la carpa. Sin embargo, una vez sube a una plataforma que hay en lo alto, unos focos se encienden y la batalla contra Crashman comienza. Es un miembro de la tropa de el Prestidigitador, aunque eso se aclara más adelante. Crashman representa al típico hombre de circo que es disparado por un cañón y lleva un casco de fútbol americano. Durante la batalla, dicho personaje cruza de abajo a arriba envuelto en llamas y vuelve a caer después, ese es su único ataque y el que repite constantemente. Para hacerle daño tienes que dispararle mientras está cayendo, eso le hace desviarse y caer sobre la plataforma, ese es el momento de dispararle más veces para quitarle más vida antes de que vuelva a saltar por el extremo de la plataforma y siga repitiendo su ataque de forma indefinida. Si haces saltar a Winkel por el extremo de la plataforma o intentas bajar las escaleras perderás una vida automáticamente.
Una vez derrotas a Crashman, la carpa se quema y no hay rastro del villano.
Se ve otra secuencia en la que Crashman regresa junto al Prestidigitador y le dice que ha perdido. El personaje del sombrero de copa negro le pone una mano en el hombro y le dice que su objetivo no era ganar la pelea, si no entretener a Winkel durante un rato.
Las sospechas de Winkel sobre que Crashman no era el cerebro que estaba detrás de todo eso se confirman cuando regresa al cohete y no encuentra a Chet por ningún lado, pero encuentra una nota que dice así:
-"Disculpa que te hubiese mentido sobre lo de zanjar la disputa, pero te estabas poniendo muy pesado y necesitaba secuestrar a Chet para tener un incentivo que te obligase a ir buscando y peleando contra mis súbditos uno por uno. Firmado: El Prestidigitador."
Conforme vas avanzando por Tecton en busca de la segunda carpa, encuentras enemigos mucho más fuertes que convierten este mundo en el más difícil hasta ahora.
La segunda carpa que encuentras es a rayas blancas y azules. Al entrar se cierra la puerta y queda todo a oscuras durante unos segundos hasta que se ilumina todo con focos y aparece un tipo con la cara blanca y un sombrero de mimo negro, es Vexer el payaso ninja. Vexer se oculta cada vez que te acercas mucho a él o disparas, así que no puedes dañarle directamente. De vez en cuando te lanza bombas cuando está visible y puedes dispararle y hacerle daño, sin embargo, cada vez que le hagas daño se volverá a ocultar y lanzará bombas por todo el escenario.
Conforme vas avanzando por los siguientes barrios de Tecton te encuentras a varios robots al final de los niveles que podrían ser potencialmente jefes finales. Hasta que llegas a la tercera carpa, que es a rayas blancas y verdes. Allí dentro está Torch boy, el come-fuego y último súbdito de el Prestidigitador.
Los ataques de Torch boy son: lanzar bolas de fuego, lanzar una llamarada y lanzar antorchas. Mientras te persigue con una antorcha en la mano, puede empuñarla a modo de arma de fuego y disparar ráfagas de 2 a 6 bolas de fuego dependiendo de lo que le quede de vida (Cuanta menos vida, más lanzará). A veces cogerá la antorcha y soplará, así expandiendo la llama y carbonizando lo que tenga delante. El último ataque consiste en lanzar su antorcha y hacerla explotar en llamas cuando toque el suelo.
Una vez le quites toda la vida a Torch boy, este se comerá la antorcha, se envolverá en llamas y te perseguirá durante unos segundos lanzando fuego por todos los lados antes de que caiga al suelo derrotado.
A continuación se ve una secuencia en la que Winkel sale huyendo de dentro de la carpa mientras esta se prende fuego, luego se ve como el viento se lleva en forma de cenizas el cadáver carbonizado de Torch boy, y por último se ve al Prestidigitador observando la escena desde lo alto de un edificio.
Los niveles que hay a continuación se complican cada vez más hasta que encuentras la cuarta carpa, a rayas blancas y naranjas.
Dentro de ella te espera nuevamente Crashman, esta vez resulta aún más fácil de derrotar que la primera vez, ya que se limita a dar botes por todo el escenario y lo único que has de hacer es dispararle en la cara.
Una vez termina la batalla, se ve una secuencia en la que Crashman está tullido en el suelo y la estrella de su casco empieza a parpadear con una luz roja mientras suena un pitido electrónico. Winkel, que ha trabajado en el ejercito, sabe que se trata de una bomba y huye de la carpa un segundo antes de que vuele en pedazos junto a Crashman.
Winkel ve desde el exterior de la carpa como un platillo volador negro se eleva en el cielo y desaparece mientras se oyen las risas malvadas de Vexel el payaso ninja.
El ciborg comprende que le han tendido una trampa y que aún le queda mucho camino, no obstante, un objeto desciende del cielo y cae empicado en la lejanía, mientras se ve como se forma una seta nuclear. Este es el último nivel de Tecton, en el que tienes que cruzar a toda prisa un nivel lleno de obstáculos antes de que te alcance la honda expansiva. Una vez Winkel se sube al cohete, lo hace despegar y huye de Tecton unos segundos antes de que el planeta colapse.
Continuará...